La escarapela, conocida también como cucarda, es un símbolo patrio creado con los mismos colores de la respectiva bandera nacional a la que representa y que sirve como insignia distintiva para denotar un sentimiento de unidad ante determinados festejos y sentimientos patrios. En Argentina, la Escarapela Nacional tiene los colores blanco y azul celeste. Inicialmente se utilizó para distinguirse de los enemigos y fomentar el sentimiento de unidad y fuerza.
Los documentos referidos al origen y a la razón por la cual se definieron sus colores son imprecisos y carecen de fuentes que garanticen la autenticidad de algunas versiones. El único dato fiable que consta en documentos es la solicitud que, el 13 de febrero de 1812, Manuel Belgrano hizo al Triunvirato para que se dictaminara el uso de la Escarapela Nacional con el objetivo de uniformar al Ejército Revolucionario y, a su vez, distinguirlo de los enemigos. El 18 de febrero del mismo año, el Triunvirato decretó el reconocimiento y uso de la Escarapela con los colores blanco y azul celeste como insignia patria.
Los documentos referidos al origen y a la razón por la cual se definieron sus colores son imprecisos y carecen de fuentes que garanticen la autenticidad de algunas versiones. El único dato fiable que consta en documentos es la solicitud que, el 13 de febrero de 1812, Manuel Belgrano hizo al Triunvirato para que se dictaminara el uso de la Escarapela Nacional con el objetivo de uniformar al Ejército Revolucionario y, a su vez, distinguirlo de los enemigos. El 18 de febrero del mismo año, el Triunvirato decretó el reconocimiento y uso de la Escarapela con los colores blanco y azul celeste como insignia patria.
El 13 de febrero de 1812 Manuel Belgrano propuso que se creara una escarapela nacional. Hasta ese momento, los distintos cuerpos del Ejército utilizaban diferentes distintivos. Unos días después, el 18 de febrero, el Triunvirato aprobó el uso de la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color blanco y azul celeste. Estos colores provenían de los colores borbónicos, de la casa de Fernando VII (rey ausente de España).
El 13 de febrero de 1812 Manuel Belgrano propuso que se creara una escarapela nacional. Hasta ese momento, los distintos cuerpos del Ejército utilizaban diferentes distintivos. Unos días después, el 18 de febrero, el Triunvirato aprobó el uso de la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color blanco y azul celeste. Estos colores provenían de los colores borbónicos, de la casa de Fernando VII (rey ausente de España).
Distintas versiones sobre su origen
Una de las versiones indica que los colores blanco y celeste fueron utilizados por primera vez durante las invasiones inglesas, en 1806 y 1807, por el primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata, y que luego empezaron a popularizarse entre los criollos. Otra dice que la escarapela argentina fue utilizada por primera vez por un grupo de damas de Buenos Aires, cuando se presentaron a una entrevista con el entonces coronel Cornelio de Saavedra, jefe del regimiento de Patricios, el 19 de mayo de 1810.
Es un error atribuirle a French la creación de la escarapela. Es posible que esta historia haya nacido de la tradición oral, recogida por Mitre mientras preparaba una de sus obras. Se sabe que durante las jornadas del 22 y 25 de mayo de 1810 los patriotas identificaban a los adherentes a la Revolución de Mayo otorgándoles unas cintas blancas. Es posible que el 21 de mayo French y Beruti hayan repartido las cintas blancas.
Una de las versiones indica que los colores blanco y celeste fueron utilizados por primera vez durante las invasiones inglesas, en 1806 y 1807, por el primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata, y que luego empezaron a popularizarse entre los criollos. Otra dice que la escarapela argentina fue utilizada por primera vez por un grupo de damas de Buenos Aires, cuando se presentaron a una entrevista con el entonces coronel Cornelio de Saavedra, jefe del regimiento de Patricios, el 19 de mayo de 1810.
Es un error atribuirle a French la creación de la escarapela. Es posible que esta historia haya nacido de la tradición oral, recogida por Mitre mientras preparaba una de sus obras. Se sabe que durante las jornadas del 22 y 25 de mayo de 1810 los patriotas identificaban a los adherentes a la Revolución de Mayo otorgándoles unas cintas blancas. Es posible que el 21 de mayo French y Beruti hayan repartido las cintas blancas.
El Día de la Escarapela
En el año 1935, el Consejo Nacional de Educación instituyó el 18 de mayo como Día de la Escarapela
En el año 1935, el Consejo Nacional de Educación instituyó el 18 de mayo como Día de la Escarapela
¿Sabías que Belgrano pensaba que sus tropas debían tener un símbolo con el que identificarse en la lucha?
Por eso, sus soldados utilizaban la escarapela blanca y celeste para diferenciarse del color rojo que llevaban los realistas.
Fuente: Canal Encuentro
Mi traje de gala
Hoy me he vestido de gala
sobre el blanco delantal,
una hermosa escarapela,
mi madre ha prendido ya.
Hoy hay fiesta en la montaña,
en el valle, en la ciudad;
mi escuela está engalanada
en el patio principal;
hay un cielo de banderas,
que encela al cielo real;
y lo mismo que en aquel
un coro de ángeles hay,
que entonarán la sagrada
y bella canción nacional.
Hoy me he vestido de gala
sobre le blanco delantal,
brillará como una estrella,
¡La divisa nacional!
en el valle, en la ciudad;
mi escuela está engalanada
en el patio principal;
hay un cielo de banderas,
que encela al cielo real;
y lo mismo que en aquel
un coro de ángeles hay,
que entonarán la sagrada
y bella canción nacional.
Hoy me he vestido de gala
sobre le blanco delantal,
brillará como una estrella,
¡La divisa nacional!
Mi Escarapela
Cinta celeste y blanca
distintivo de mi Nación.
Prendida en mi pecho
¡Salve, luminosa escarapela de la patria..! Azul celeste como la inmortalidad de tu destino y blanca como la pureza de tu gloria inmaculada. Síntesis del cielo en día de bonanza, eres imán de unión y fraternidad para todos los argentinos y extranjeros que te aclaman condecoración de los hombres libres. Símbolo de soberanía, emblema de esperanza y signo de igualdad, eres la brújula que nos guía en la jornada, para el triunfo de la paz y la concordia. De ahí que te llevemos en el corazón -¡oh, relicario de la sangre heroica!- al compás de sus latidos de amor y lealtad. Flor de milagro, entretejen tu armoniosa unidad las fibras de tu cinta azul celeste y blanca. Como estrella de honor, te lucimos en el pecho y heraldos de auténtica argentinidad, sabremos honrar tus prestigios de insignia sagrada con la ofrenda de una vida ejemplar, de orden de trabajo y de justicia. ¡Salve, luminosa escarapela de la Patria!
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